
Un caso clásico y misterioso de la historia, es el del Príncipe Luis Carlos de Francia, o Luis XVII, quien a sus ocho años y después de la revolución, fue apartado de su familia. Sus padres, el rey Luis XVI y su madre, la reina María Antonieta, fueron arrestados y decapitados. Existen muchas leyendas históricas, y la de Luis Carlos, quien se convirtió en descendiente directo al trono de Francia y Navarra, es una.
Los meses posteriores a la ejecución de sus padres, no se sabe a ciencia cierta dónde estuvo o qué le sucedió. Ahí radica el inicio del misterio. Se dice que fue prisionero al igual que su hermana; pero poco después, a mediados de 1795 el joven monarca falleció de tuberculosis; pero la autopsia reveló maltrato, golpes y tumores. El cadáver supuestamente fue llevado a una fosa común, quedando sus restos desaparecidos en los anales de la historia. El misterios se acrecentó después de la supuesta muerte, ya que en algunos círculos monárquicos, hubieron rumores que desmentían la noticia de su muerte. Unos aseguraban que era una farsa y que el cuerpo había sido el de otro joven, estando Luis Carlos en el exilio.
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¿Qué le sucedió al Príncipe?
En el Siglo XIX un centenar de hombres aseguraron ser el príncipe Luis Carlos, también conocido como el “Delfín de Francia”, dicho título, se le daba como herencia a un hijo de un rey galo. Por un lado, en los Estados Unidos de América, se decía que Jean Jacques Audubon, era el verdadero príncipe, mientras que en Argentina, se aseguraba que era Pierre Benoit, ex oficial de la marina de Francia, quien aseguraba que la identidad monárquica le pertenecía.
Identidad desconocida del Delfín de Francia
En Europa, el Barón de Richemont alegaba ser el auténtico príncipe o más bien rey, debido a que las circunstancias lo hubieran subido al trono. Éste último decía que había escapado de la prisión en una canasta. Y así, innumerables personajes siguieron reclamando la identidad, como el relojero alemán Karl Wilhelm Naundorff, quien insistió por mucho tiempo ser el Delfín de Francia, logrando incluso convencer a ministros de Luis XVI, pero nunca a su supuesta hermana.
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El cuerpo del Príncipe Luis Carlos, el príncipe de Francia
Nunca se logró recuperar el cuerpo del Príncipe Luis Carlos, pero cuenta la leyenda que un cirujano extrajo el corazón del joven, antes de que el cuerpo fuera llevado a una fosa común, siendo ésta una reliquia que iría de un lugar a otro para terminar en la Basílica de Saint Denis en París. Si esto era cierto, y se pudiese comprobar que el corazón era el del joven, entonces todos los farsantes quedarían desenmascarados.
En el Siglo XX, los descendientes del relojero alemán Karl Wilhelm, quienes se habían atrevido a cambiarse el apellido por Borbón, sin que hubiera pruebas que respaldaran la teoría del relojero, solicitaron el reconocimiento de la nobleza. Hicieron exhumar en 1950 los restos del relojero, asegurando que era el príncipe… Pero la tecnología de ese entonces no logró aclarar el caso en ese momento, pero se conservó un mechón de cabello y un pedazo de hueso húmero, en un laboratorio, así como en un municipio de Delft, donde había sido enterrado el cuerpo.
Para 1993, se realizaron en Francia las pruebas definitivas, ya con la tecnología para dar un veredicto, gracias al ADN, que fue comparado con una línea genética – hereditaria del príncipe Luis Carlos, revelando que el relojero no era el Delfín de Francia. El relojero había sido sólo una charlatán más en esa historia de Luis de Francia.
¿El príncipe no murió como se piensa? ¿Vivió en secreto con nueva identidad?
El mismo grupo de científicos se dio a la tarea entonces, de analizar el corazón conservado en la Basílica, y si bien no pudieron asegurar o descartar que se tratara del joven príncipe, sí había prueba de que el órgano tenía que ver con el ADN de la familia de los Habsburgo, pero era más probable que fuera el corazón del hermano de nombre Luis Joseph, quien había muerto de tuberculosis, o bien, de cualquier otro miembro de la misma familia.
La conclusión fue trágica al no resolverse como se esperaba, uno de los misterios más grandes de la historia política y monárquica de Francia. Los restos del Delfín de Francia, tal vez si terminaron en una fosa común del cementerio de Sainte Marguerite en París, como apuntaba la teoría original, pero también tal vez, el príncipe no murió como la historia lo piensa, en esa fecha y circunstancias; hay quienes aún aseguran, que al no haber cuerpo y pruebas, tal vez el Delfín de Francia logró escapar a otro lugar y vivir con una identidad distinta. Es un misterio, que difícilmente podrá probarse tanto en una como en la otra teoría. Los rumores y leyendas, seguirán en la historia.