
21 gramos
¿En realidad el alma o espíritu tiene un peso, que según se dice, se pierde del cuerpo al morir? ¿Puede tener un peso físico el alma? Esta interrogante no es sólo contemporánea… Desde hace mucho tiempo que se cree en distintas culturas, que el alma pesa.
Científicamente el alma, como sabemos, no ha podido corroborarse como existente, pero el tema siempre es y será un gran misterio que tal vez nunca nos sea (por lo menos en vida) revelado…
Platón decía que el alma está formada por tres partes: una mental, una emocional y otra espiritual; y que al morir, cada una tomaba un camino distinto y así, el alma espiritual regresaba a una dimensión luminosa para reunirse en esencia con otras tantas, o con una unidad cósmica.
Hesíodo dijo: “el alma es un aliento que mantiene la vida del cuerpo inanimado y que lo abandona cuando el ser humano muere o está moribundo o desmayado.
Aristóteles creía que el alma regula todas las funciones vitales del cuerpo, y que muere igual que este. De acuerdo a la naturaleza de los seres vivos, catalogó el tipo de almas, así: plantas – alma vegetativa, animales – alma sensitiva, seres humanos – alma racional.
La experimentación o teorías con una base científica, han sido casi imposibles, pero hay algunos casos que parecen arrojar un poco de luz…
En 1907 el médico Duncan Mac Dougall (Massachusetts USA) intentó pesar el alma, con una cama que a manera de balanza era sensible al peso más insignificante. Entonces llevó a seis moribundos que accedieron participar en el experimento; los observó antes, durante y después de sus respectivas muertes, y midió en cada etapa, su peso. El resultado fue asombroso y coincidió en todos los casos, con un número exacto: 21,262142347500003 gramos fue la diferencia entre el peso del cuerpo viviente y del cadáver. ¿Es entonces ese el peso del alma? Esta teoría ha sido recogida en obras de arte, libros y hasta en películas, como así titulada: “21 gramos”. El experimento y el resultado del mismo, demostró, según muchos, que el alma existe y que tiene masa y / o peso; y que la gravedad posiblemente, actúa en ella. ¿Cúanto es 21 gramos? ¿El peso de una moneda de unos centavos, acaso?
Luego el médico repitió el experimento con más de una docena de perros que, luego de muertos, no registraron la sustracción de los entonces famosos 21 gramos. Entonces creyó que con eso quedaba demostrado que los animales no tienen alma y el ser humano sí.
“El alma tiene peso, piensan los físicos” El 11 de marzo de 1907 el New York Times publicó la noticia y luego lo hizo también la revista American Medicine, destacando el estudio realizado.
Hay quienes piensan que ese estudio tuvo pocos casos bajo estudio; otros dudan y piensan que tal vez los famosos 21 gramos se debían al sudor, el cese de la respiración, el vaciamiento de los pulmones, o la coagulación de la sangre.
Hasta 1952 los científicos Francis Crick y James Watson descubrieron que cuando una persona fallece, algunas estructuras cerebrales desaparecen misteriosamente, y se dice que su pedo coincide con los 21 gramos aproximados… Como en todo, también hay quienes han rechazado estas afirmaciones. Algunos creen que justo en esa zona es en la que reside la esencia del alma o la conciencia… Términos que continuarán siendo un misterio, ya que no son tangibles. Esa zona del cerebro determina las acciones de la conducta humana. Sin embrago, hay una incógnita que no tiene nada que ver con el misterio… ¿Por qué la ciencia no ha realizado en todas estas décadas, más estudios que profundicen y encuentren una teoría plausible, sea aceptando o rechazando, el peso sugerido del alma? Y a todo esto, tenga o no tenga peso, el alma, siempre tendrá un significado místico y relativo para cada quien. Preguntas sin respuesta. ¿21 gramos pesa el alma?… 21 gramos de duda… Los 21 gramos del alma, un misterio.
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